viernes, 18 de julio de 2014

Lenguaje canino

A veces hay que ser conscientes de que nosotros, los perros, no hablamos igual que vosotros (sí parece absurdo pero no lo es).

Hay cosas que nos dan miedo aunque no digamos con palabras "me da miedo", y para nosotros es importante que vosotros podáis entendernos! Igual que cuando nos acercamos a vosotros moviendo la cola, relajados y jugando sabéis que estamos contentos, igual que muchas veces sabéis cuándo queremos jugar; también necesitamos que sepáis cuando tenemos miedo, cuando estamos inseguros, enojados... 

Para nosotros sería muy bueno y para vosotros más fácil!! sabríais anticiparos a algunas reacciones nuestras y nosotros evitaríamos recibir una reprimenda al hacer algo que nos resulta automático y que os estábamos avisando...

En esta imagen hay varios gestos nuestros, son facilitos de entender y seguro que os pueden servir de guía, tanto si tenéis perro como si no lo tenéis pero os gusta acercaros a ellos.





Ya os he dicho antes que soy muy miedoso y a veces cuando se me acerca gente que no conozco, me pongo un poco tenso. Yo quiero oler, y esperar a conocer, pero hay gente que en seguida quiere acariciarme y no deja de hablarme en un tono agudo y con una voz muy rara que lo único que hace es ponerme más nervioso! En ese momento "me siento temeroso", y no se si es porque agacho las orejas o por qué pero entonces intentan acariciarme de una forma muy rara, levantan mucho la mano encima de mi cabeza ¿qué hace?, pues como no lo se, en lugar de relajarme, empiezo a "sentirme amenazado". Y entonces es cuando la gente dice que me porto mal, y que tengo que aprender; pero no se dan cuenta de que quizá ellos también deberían aprender el lenguaje canino. Yo se lo estaba diciendo, a veces Henar también lo intenta "no, es que tiene miedo, es mejor que le deje oler primero", pero nada ellos se creen expertos y se piensa que hablandome me voy a calmar pero es lo contrario, me pongo más nervioso.

Y lo que es peor aún, cuando se me quedan mirando!! ahí me pongo muy nervioso, yo quiero conocerle, y le huelo, Henar intenta hacerme entender que vosotros no tenéis tan buen olfato y primero utilizáis la mirada, pero cuando alguien de quien no me fio, me mira fijamente a los ojos; pienso que me va a hacer algo ¿me está retando? ¿a qué? ¿por qué?

En cuanto puedo oler y conocer, ya hay dos opciones, o ignoro a esa persona o empiezo a empujar mi cabeza contra su pierna para pedirle caricias y mimos (y comida ¿por qué no?)










A veces nos puede apetecer mucho acariciar a un perro y hacerle monerías, pero si algo he aprendido con Alan es que igual que si alguien a quien no le gustan los perros o no quiere que se le acerque, es respetable y debemos respetarlo; también es respetable que ese perro quizá no quiera nada de nosotros. Es como cuando alguien nos gusta pero a ese alguien no le gustamos, no tenemos nada que hacer, y siendo pesado sólo vamos a hacer que el otro se enfade. Pues es lo mismo, a veces las personas decidimos, pero a veces el perro también puede decidir si quiere que le acaricies o prefiere seguir oliendo el césped tan ricamente.

Además recordad que también existe la opción de colocar un lazo amarillo en la correa de nuestro perro, como vimos en el post de "The yellow dog project".




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...